El fiscal de turno tiene instrucciones de no ofrecer beneficios como suspensión condicional del procedimiento si el grado de alcohol en la sangre supera el 1,5 g en la sangre. Lo que significa que el imputado tendrá con beneficio sólo lo que el juez de garantía acceda ya sea por la ley 18.216: remisión condicional de la pena, reclusión nocturna o libertad vigilada, o por una pena más rebajada en el caso que no tenga antecedentes penales. No se le ofrecerá ningún beneficio al chofer profesional que maneje en estado de ebriedad.

Para el primerizo, la ley establece varios beneficios, entre ellos las salidas alternativas como suspensión condicional del procedimiento y los acuerdos reparatorios. Sin embargo, para obtener esta salida alternativa es necesario que el fiscal presente en la audiencia la ofrezca. Es decir, si el fiscal no ofrece la salida alternativa, el juez  debe seguir con el proceso normal. También la ley 18.216 otorga beneficios alternativos a la reclusión, pero estos beneficios al ser solicitado al juez de garantía, queda a criterio de éste otorgarlos, sin perjuicio de los derechos del imputado de recurrir a la Corte para revertir la decisión de primera instancia.

La pena por conducir en estado de ebriedad va de 61 días a cinco años, más multa.